ENTRE DRAGONES Y PINGÜINOS


La carta de Resistencia a la Agresión Publicitaria

25 de sep. de 2024 - #Informática

Teniendo una conversación con una amiga sobre el uso que hace de las redes sociales para promocionar un pequeño negocio, me habló de la organización francesa RAP (Résistance à l’Agression Publicitaire ). Desconocía que habían creado una carta de medidas sencillas para fomentar una comunicación digital más saludable, y me ha parecido tan acertada que merece la pena registrar las conclusiones de una conversación tan enriquecedora:

  1. Usar sin promocionar: enlaza desde el sitio externo hacia tu propia web, pero no desde ella bajo sus reglas”. Básicamente se trata de evitar usar los iconos que el propio sitio externo proporciona. Para quienes no estéis muy avezados en este tema, el código fuente de los iconos de las redes sociales privativas contiene unas líneas de JavaScript que rastrean la actividad de los visitantes a tu sitio y se la envía a ellos. Si queréis hacer referencia a vuestros perfiles en esos sitios externos, lo mejor es usar vuestros propios enlaces, y sustituyendo el código suyo por el vuestro para respetar la privacidad de vuestros visitantes.

  2. Evitar el contenido exclusivo: enlaza desde dónde quieras, pero mantén como fuente de verdad universal tu propio sitio, bajo tus propias reglas y control”. Básicamente es la misma base de la filosofía POSSE (“Publish on your Own Site, Syndicate Elsewhere”, o “Publica en tu propio sitio, sindica en todos los demás”). Discutimos sobre si se debía tener actividad extra contestando comentarios en esos sitios de terceros, y un buen punto intermedio para no dar mala atención al cliente en general es traerse al propio sitio los temas de conversación interesantes a nivel global, indistintamente de donde surjan.

  3. Evitar contribuir económicamente: no colaborar económicamente en una plataforma de un tercero si ésta incita a un entorno digital tóxico”. Aunque en este punto podría parecer que hablamos únicamente del contenido promocionado o de “ser usuario premium”, aquí hay una fuerte relación con el segundo punto de la carta: las redes sociales privativas monetizan la atención de los usuarios, luego si generamos conversaciones exclusivas allí, también les estaríamos ayudando a financiarse. Por tanto, aplíquese lo comentado en el punto anterior.

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