Aunque justifiques el uso de IA para "consumo personal", haces daño
13 de dic. de 2023 - #Informática
Estamos viviendo mucha controversia con respecto al uso de “arte generado por Inteligencia Artificial”. Hay quien no ve problema para su “uso doméstico”, o para “ilustrar material gratuito”. En varios eventos del últimos mes lo he discutido en persona, y he explicado mi opinión contraria incluyendo a esos usos a un buen puñado de personas. Todas ellas, tras procesar esa información, me han comentado se lo han replanteado, pues desconocían esa parte la historia sobre el impacto que está teniendo sobre muchos artistas. Os reproduzco a continuación mi argumentación.
Puede que iguales el uso “doméstico”, o “sin ánimo de lucro”, del material que hayas ilustrado con imágenes de ese tipo a cuando antes recortabas fotos de revistas, o tomabas alguna imagen de una película para ilustrar una idea. La mayoría de los que tenemos una cierta edad hemos forrado nuestras carpetas del instituto con fotos y collages de imágenes sacadas de revistas o de Internet, no lo vamos a negar.
En este caso, lo que llamas “Inteligencia Artificial” se alimenta de imágenes recopiladas, tal como tu hacías en aquel entonces, y las remezcla. Ya habrás escuchado que las empresas detrás de estas “Inteligencias Artificiales” han tomado contenido sin conocimiento ni permiso de los autores de las mismas, y las ha metido en sus sistemas de los que se está lucrando, pero el problema va más allá, porque tú, cuando las utilizas, también eres una parte activa del problema sin saberlo. Sí, también cuando eres un usuario gratuito.
Cuando haces una petición a uno de estos modelos, dicha petición se almacena, de manera que estás entrenándoles el modelo gratuitamente, afinando el proceso que ahora se llaman “mimetización”. Cuando tú les dices que quieres que te dibuje tal cosa en un estilo similar al de artista, el sistema comienza a recopilar datos sobre dicho artista para imitar su estilo y generar falsificaciones. Uso este término, conscientemente, con todas las letras, porque durante ese proceso se dejan metadatos en esas “nuevas imágenes” firmándolas como si fuesen de ese artista. Esto se traduce que los sistemas automatizados asimilan estas falsificaciones, que a menudo tienen calidad cuestionable, catalogándolas como si fuesen arte original de dicho artista al que solicitaste que imitara, colándolas entre sus colecciones de arte indexadas en los sistemas de búsqueda en Internet, como por ejemplo es el caso de Google. Así, el contenido original es ahogado entre la creciente cantidad de imágenes que devuelve cada consulta a una “Inteligencia Artificial generativa”, haciendo que los originales se diluyan. Es como si al ir a forrar tu carpeta, pasases por el escaparate de la tienda física de esa persona, en el que el artista ha puesto esfuerzo y esmero, y se lo tapases tapases con páginas de un catálogo de falsificaciones que se venden en otro sitio.
Por esta razón, el problema no se reduce a que los artistas reciban menos encargos, ambos sabemos que no ibas a pagarle en primer lugar “porque esto es un juguete de una tarde”, “porque no quieres invertir tu valioso tiempo”, o “porque no tienes dinero para ello”. También estás destruyendo su marca y su reputación online, por no mencionar el daño a su moral. Al artista se le quitan ganas de compartir su trabajo, o incluso de seguir creando. Estás haciendo que el mundo del arte se haga más pequeño por elegir ese “arte generado por Inteligencia Artificial”. Y en el fondo eso no es “Arte”, pues sólo hay estadísticas detrás, no intencionalidad, ni es “Inteligente”, puesto que carece de proceso de pensamiento: tan solo son unas ecuaciones que aplanan lo que destaca hacia la media, hasta extrapolarlo a la mediocridad. La próxima vez que vayas a considerar hacer una petición a uno de estos sistemas, por favor, tómate un instante a reconsiderar tu impacto sobre los artistas y el futuro tan plano hacia el que estos sistemas nos están guiando.
⬆ #Arte, #InteligenciaArtificial, #InteligenciaArtificialGenerativa, #LLM